El Día Mundial de los Delfines en Cautiverio, se celebra el 4 de julio de cada año.
Su objetivo
primordial es acabar de una vez por todas con la retención de los delfines que
se encuentran en cautiverio. Así como el cierre de todos los delfinarios que actualmente
existen en distintos países de todo el mundo.
Los delfines, una especie acuática que merece su plena libertad
Los delfines son animales acuáticos que gozan de una gran inteligencia y belleza, que no merecen estar en cautiverio, ya que esto afecta de forma significativa tanto su desarrollo como su comportamiento.
De acuerdo a numerosas investigaciones llevadas a cabo por importantes científicos y estudiosos de la materia, se pudo conocer que al estar en cautiverio, los delfines pueden sufrir de altos niveles de estrés, además de afectar sus funciones fisiológicas como el apareamiento e inclusive puede ser una de las causas para que esta especie termine desapareciendo.
¿Podrían los delfines desaparecer de los océanos?
Esto es una pregunta que debería plantearse toda la humanidad en los actuales momentos, ya que, de continuar el uso de estos bellos y maravillosos animales para el entretenimiento y el comercio del hombre, lo más probable es que esta especie termine desapareciendo de los océanos de todo el mundo.
Podemos ver con preocupación cómo cada vez más, los delfines que se encuentran en cautiverio, terminan muriendo por distintas causas, pero la principal es estar fuera de su hábitat, así como no gozar total libertad.
¿Cómo es la vida de los delfines en su propio hábitat?
Cuando los delfines están en su propio hábitat, son capaces de realizar verdaderas proezas marinas. Son criaturas que presentan un comportamiento casi humano, mostrando sentimientos y actitudes que todavía el hombre no ha podido descifrar.
Son animales súper veloces que pueden recorrer grandes distancias. Se calcula que en un día pueden nadar hasta 100 kilómetros, por lo cual se caracterizan por ser una especie que disfruta de la libertad que le proporciona la vida acuática.
Esto no es posible cuando son sacados del mar y depositados en piscinas de espacios realmente reducidos, que no le permiten orientarse de forma correcta, tampoco nadar como es su verdadera naturaleza. Además, existen otros factores, que terminan matando esta bella especie como son los productos químicos que se utilizan para dar mantenimiento a estas cárceles acuáticas.
El primer país que tomó la firme decisión de prohibir los delfinarios fue Costa Rica. A él se unieron Brasil, los Estados Unidos, Israel, Inglaterra, entre otros. Con esta sabia decisión se busca dignificar y salvar la vida de una especie única, que ha mostrado claros indicios de poseer una inteligencia sobrenatural.
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